Saturday, April 26, 2008

"Y es que las musas han pasao de mí..."

Y a pesar de los más oscuros pronósticos, vuelvo a la carga con mi monotemático blog.

Han pasado casi 4 meses desde la última entrada. Esta, al releerla, me dejó un gustillo a despedida que, en cierta forma, me agradaba como cierre de un ciclo.

Sin embargo (y luego de un receso veraniego), sentí la necesidad de retomar esta crónica... y ahí se me vino en problema: Sonia la Unica (mi neurona regalona) -cual guionista hollywoodense-, de declaró en huelga. Así que desde un par de meses he estado lidiando con la falta de tiempo, el cansancio, el bloqueo y otras obsesiones que me han alejado del teclado.

Pero hoy me he decidido derrotar la mufa y me he sentado frente al pc. Todavía no se si todo este circunloquio va a aparecer o no...

En realidad, la musa inspiradora de estos escritos si ha pasado de mí. Ya a estas alturas, me siento -por decirlo de algún modo-, estafado por algunas amigas que me afirmaron que, después del año se le venía a la Martina todo el amor por su padre...

Falso.

La Marti es todo amor por su madre, al punto que se encela y enoja cuando me acerco a la Pame. No quiere decir esto que no me pesque, pero digamos que las muestras de cariño hacia sus padres están levemente inclinadas para un lado. Eso si, me tiene de partner de juegos y nos reímos mucho rato los dos...

En estos meses, la Marti ha experimentado varios cambios importantes en su vida. De partida, la inscribimos en una sala cuna en Enero, cosa que no salió bien del todo, pues se agarró todos los bichos habidos y por haber, pasando más tiempo en la casa enferma, de lo que pudo asistir. En todo caso, se integró muy bien y, además de un poco de llanto cuando la Pame la dejaba, se desenvolvía de la mejor manera.

La Marti haciendo manualidades en el Jardín.


Durante Febrero, la llevamos a la playa, donde se cae otro mito: "a todos lo niños les gusta el agua".

Falso.

No hubo caso que se acercara al agua. Al parecer, el ruido de las olas o quizás su movimiento, la asustaba y no hubo caso de que metiera un pie completo. Con la arena anduvo mejor , eso sí.

Martina, en medio de El Canelo guardando su metro cuadrado.

Y aquí ya ha tomado posesión de su espacio.

También anduvo escalando rocas (lejos del agua, eso si).


También hemos paseado por Batuco, Melipilla, Villa Alemana y Viña del Mar. Asi que por millas acumuladas, no se ha quedado mi pequeña.

En Villa Alemana, jugando al Rin Raja (no llegó muy lejos, eso si...)


Su primer encuentro cercano con un caballo en la Plaza Perú de Viña.




Acá está demostrando sus dotes de conductora.

Caminando por la Avenida Perú, mientras llama a las gaviotas para que la esperen...


Martina Bolchevique.


Esto ha sido, a grandes rasgos, la vida de la Marti en estos meses de desaparición. Espero seguir en contacto con todos y que la próxima sea más pronto que tarde. Un abrazo grande.

Cualquier reclamación, que sea sin membrete.
Buenas noches amigos... y enemigos.