Monday, December 25, 2006

La Primera Navidad

Sólo a nosotros se nos ocurriría cambiarnos de casa faltando 8 días para Navidad, pero por motivos estratégicos -y porque nos cambiábamos a media cuadra solamente-, le echamos para adelante. La cosa fue bastante agotadora, pero logramos estar instalados en un solo día.

Martina vivió la mudanza a su manera, es decir, no se enteró de mucho. Pero si se dió cuenta al final del día que le habían cambiado su hogar.

Estuvo bastante inquieta los primeros días. Mirando todo a su alrededor. Es increíble que con 4 meses recién cumplidos ya pueda sentir que su entorno ha cambiado.

Si bien tratamos de mantener un orden similar al anterior departamento, ella percibía que algo era distinto: la luz, el color de las paredes, los ruidos... Pero ya está bien y después de unos días de estar "cavistiva y pensabaja" -como diría Papelucho-, ya volvió a ser la bebé post-cólicos que era.

Con todo lo anterior, recién armamos el árbol de navidad a mediados de semana, poniéndonos a tono con la celebración bastante sobre la marcha.

A pesar de todo, ha sido una bonita Navidad. Pasamos nuestra primera Noche Buena como familia, aunque para la Marti fue un día más en su vida. Eso sí que estuvo un poco más excitada de lo normal y se mantuvo despierta hasta las 11 de la noche, pero no lo suficiente para abrir los regalos, los cuales debieron esperar hasta la mañana siguiente.

Como era de esperarse, mi niña se llevó gran parte de la cuota empaquetada. Claro que ella no se dió muy por aludida. Eso si, estaba fascinada con el ruido de los papeles al desenvolver los paquetes. Eso y las luces del árbol creo que fue lo que más le gustó de la fecha. En todo caso, la próxima navidad ya tendrá 1 año y 4 meses, por lo que ahí si va a disfrutar y compartir más en sintonía con todos los adultos de la familia.

Al momento de dar las 12 de la noche, me asomé al balcón y pude escuchar cómo de las casas vecinas llegaban los gritos de sorpresa de los niños cuando descubrían los regalos o a los que andaban buscando al viejito pascuero por los patios o la calle. Yo creo que no me voy a dar ni cuenta cuando eso ya nos toque a nosotros. Y es que es tan distinta la Navidad cuando hay niños en la casa... ellos le dan un toque casi mágico, que los adultos por si solos no somos, ni seremos capaces de lograr.

Y lo bueno es que tengo un poco de esa magia aquí mismo... durmiendo en la habitación de al lado.

Por supuesto, no me puedo despedir sin un regalo para ustedes:

Acá está la Marti recién instalada en su nuevo depto, por lo que estaba un poquito desconcertada aún.

Aquí, nuevamente comiendo su fruta, pero ahora más cooperadora con el fotógrafo...

Mi niña mucho más contenta y acostumbrándose a su nuevo hogar...

Esta foto es para que vean lo linda y alegre que está actualmente mi hija y comprendan mi chochera casi permanente (por cierto, no me llegó ningún babero de regalo, por lo que entiendo que he sido un padre orgulloso, pero digno aún...)

Para finalizar, un saludo de esta "viejita pascuera" para todos ustedes.



Espero haya sido una Feliz Navidad para ustedes y sus seres queridos, tal como lo fue para nosotros.

Tuesday, December 12, 2006

Luego de la catarsis previa...

La Martina crece y crece. Ya está midiendo 62 cm y pesa 6 kg... con el consecutivo desgaste de espaldas y brazos de sus progenitores.

Está cada día más rica -perdón por la referencia tan cercana- y habilosa. Ya comienza a manipular objetos, está balbuceando y se ríe a carcajadas. Esto último, debo reconocer, me alegra el espíritu.

Ahora está en la etapa de exploración, ya se descubrió el pelo y los pies. También conoció los árboles -que le fascinan... se queda ensimismada mirando el follaje-... y a Felipe Camiroaga.

En efecto, cuando aparece este personaje en cuestión, se queda embobada mirándolo. Tan notorio es, que cuando aparece la Tonka, mira para otro lado y no pesca más.

Aparte de su mal tino para elegir a los hombres, la Martina está de lo más bien. Ya los cólicos desaparecieron practicamente y duerme mucho mejor en las noches.

También tuvo su primera salida al aire libre, pues fuimos a la fiesta de navidad de mi trabajo en Pirque y lo pasó muy bien mirando todo y portándose como una dama. Lamentablemente no tengo registros fotográficos porque se me quedó la cámara en la casa...

Otra cosa. La Marti comenzó a comer fruta, así que todos los días se merienda unas cuantas cucharaditas. Al principio no le gustaba mucho, pero ya la ha ido agarrando el gustillo ese.

Bueno, ya basta de lata, que vamos a lo que les interesa en realidad, que son las fotos... y ¡¡videos!!

Los videos:

En el primero, vemos a mi niña jugando con su primer regalo navideño. Recuerden hacer click en el link para verlo.


El segundo muestra a la Marti degustando una de sus primeras comidas. Aunque todavía no muy convencida de recibir algo que no salga del pecho de mamá.


Las fotos:

Martina con su Tata Hugo en su silla de viaje.

Martina con su juguete nuevo...

La Marti comiendo, pero ese día andaba media temperamenrtal, así que no estaba muy dispuesta a posar de buena gana...

Acá está recien bañada y con pijama lista para acostarse.

Marti durmiendo la siesta (una de las tantas que toma diariamente... bueno esto último ya es pelambre, que hay días que mi niña no duerme nada, pero les encargo el genio con el que anda.)

Chupándose el dedo...

Por último, Martina preparada para salir a pasear en coche con sus papás.


Eso sería por ahora. Espero haber compensado la espera. Pronto nuevas actualizaciones. Nos estamos viendo.

Un Abrazo

Con el permiso de ustedes...

Martina:

Nací un mes y medio antes del golpe militar de 1973. Llegué a este mundo en democracia, pero crecí en dictadura. (Ambas palabras puede que no signifiquen nada para tí, pero cuando seas mayor aprenderás a distinguirlas y a valorar a la primera y despreciar la segunda).

De a poco fui tomando conciencia de lo que pasaba en mi patria. Una de las melodías que tengo más arraigada es el tamborilleo frenético de la cortina de "El diario de Cooperativa". A casa llegaban revistas como la Apsi, Cauce, Análisis, Hoy, La Bicicleta, diarios como La Epoca, e incluso uno que otro Rodriguista. Información sesgada, dirá alguien. Para mí, la realidad cruda y descarnada de cómo mi país se hundía en su noche más oscura, sin mentiras ni el pan y circo que entregaba la televisión y la prensa de derecha.

No necesité tener a un ser querido detenido desaparecido, ni asesinado, ni torturado, ni exiliado
para compartir el dolor de sus cercanos. No necesité de hacer colas para entender que una democracia mal llevada, llena de bravuconería y retórica enardecida, pero también llena de sueños e ideales, no merecía ser aplacada por las armas, acallando de paso a más de 3000 personas... la mayoría culpable de pensar distinto, o simplemente de estar en el momento y lugar equivocado.

La represión, los vejámenes, la humillación que vivieron muchos chilenos no puede ser compensada ni con dinero ni buenas intenciones. El eterno peregrinar de cientos de familiares que ansían poder llevar una flor a la tumba de algun padre, hijo o nieto no va a acabar. Todo gracias a un ser despreciable y a su séquito de asesinos, ladrones y traidores.

Leí con angustia y pena el Informe Rettig. Lloré frente a la pantalla del televisor al ver las fosas de Pisagua. Aún se me aprieta de rabia y pena el estómago cuando cuando veo La Moneda en llamas. Pero sobretodo, siempre voy a recordar el cinismo y el sarcasmo con el que el dictador se burlaba de sus enemigos.

Ahora ese hombre malo ha muerto, pero no es una victoria total. Se debe estar atento al futuro y no dejar que los mismos errores abonen la tierra para que nuevos monstruos broten trayendo consigo su carga de oscuridad y muerte... de ningún lado.

Mi niña, al igual que yo, también naciste en democracia. Ojalá que cuando crezcas y puedas entender, también surja en tí el deseo de saber qué pasó. Recuerda siempre que para comprender el presente hay que conocer el pasado y que la memoria de un pueblo es lo que le mantiene vivo y consciente.

En mí siempre encontrarás un libro abierto. Mi versión de los hechos te dará el pie para que -tal como yo lo hice-, puedas seguir averiguando y contrastando visiones para que de esta forma seas una persona de bien, con una conciencia social, histórica y moral que te logre llevar por el camino de los hombres y mujeres justos y de corazón noble.

Te quiere.

Tu viejo.


"El mal triunfa cuando lo hombres buenos no hacen nada".
Edmund Burke.