Tuesday, October 14, 2008

Días y flores (o La Casa Nueva)

Si bien este blog quizás había desaparecido de vuestros registros, la idea de mantenerlo ha seguido, lamentablemente no siempre he tenido el tiempo para trabajar en el. Entre otras cosas porque nos hemos cambiado de hogar... a nuestro hogar.

Llevamos ya casi tres semanas viviendo en nuestra nueva casa, lejos del bullicio de Gran Avenida y del smog.

Ahora la Marti tiene un patio en donde persigue mariposas y corta flores silvestres. Acá puede correr, explorar y seguir alimentando de experiencias su infancia -que ya va por los 2 años y casi 3 meses-, descubriendo nuevas cosas cada día, mostrándonos a la Pame y a mi que su capacidad de asombro sigue intacta a diferencia de uno que, en más de una ocasión, la ha dejado en casa.

Nuestra hija crece y crece. Cada día está más hermosa y más inteligente. Diariamente nos da nuevas alegrías y satisfacciones, aunque también algunos sustos, pues más de algún porrazo se ha mandado, pero son gajes del oficio y los arañazos de hoy son las huellas de lo que va aprendiendo en esta nueva vida que hemos comenzado (ninguna cicatriz permanente en todo caso...)

Al principio, le costó acostumbrarse tras la mudanza, pero a medida que la casa se fue organizando, ella lo asimiló muy rápidamente.

De hecho, ya tiene sus rincones donde juega y en un futuro cercano tendrá el perro que le prometí.

Esta nueva etapa promete estar llena de nuevas cosas para nosotros, ahora mi hija ya es una ñiña pequeña y no una bebé, más autosuficiente y más confiada en sí misma.

Una de las cosas que más me ha emocionado es escucharla decir que es feliz... y eso ya recompensa gran parte de los esfuerzos que hacemos por ella.

Como siempre, a lo que vienen, las fotos:

Como buena hija de odontólogo, la tengo enseñada de chiquitita...

Acá está atacada de risa mientras ambos progenitores tratan que pose para una foto.

Observando bichitos en su patio.

Martina oliendo flores silvestres.

Jugando en el balancín (el fotógrafo no iba con el mejor de los pulsos ese día...)

Acá está corriendo por la plaza.

Como niña precavida, se protege de los rayos UV.

Su primer autorretrato.

Dos posteos seguidos... a modo de compensación.

Un abrazo.

Los Cuentos que yo cuento...

Tras un breve interludio cargado de novedades en nuestra vida, reaparece mi retoño en el ciberespacio.

La Marti se ha vuelto adicta a los cuentos, por lo que me ha hecho recurrir a toda la memoria que tenía disponible para traer a colación los relatos infantiles que he escuchado durante mi vida y también me he visto creando historias nuevas para ella.

Es sorprendente la gran imaginación que ella tiene y cómo se llega a involucrar en las historias que le narro -algunas veces con más empeño que otras, debo reconocer-. Eso si, ha pasado por varios períodos. A saber, primero me pedía cuentos en los que un patito fuera el protagonista y era imperdonable no iniciar el relato con: "Había una vez, un patito..." Luego pasó a los clásicos y le gustó la Bella Durmiente, el Zapatero y los Duendes, El Gato con Botas, El Gigante Egoísta, La Liebre y la Tortuga, La Liebre y el León, Ricitos de Oro y otros. Lo único que agota un poco es que le da con uno y no hay caso que cambie de parecer, por lo que hay que contarlo una y otra vez...

Por ahora estoy adaptando canciones y convirtiéndolas en cuentos. Indiscutiblemente el que la lleva es El Soldado Trifaldón, aunque El Tonto Perico no se queda atrás...

Todo esto me hace pensar, en que la vida a uno lo va preparando de cierta manera para lo que viene. Hace muchos años ya, me dediqué a contar cuentos en Valparaíso, pero nunca me imaginé que tras esas presentaciones en público, proseguiría el oficio aprendido sentado al lado de su pequeña cama. Sin un vaso de vino a la mano, pero con más satisfacciones que en ese entonces.

El Complemento Visual de rigor:

Así nos quedamos la última vez...

Como pueden ver, logro captar toda su atención...

Acá posa para la cámara, siempre atenta a lo que uno le cuenta.

Eso si, es un público exigente. Acá encontró más o menos no más al cuentacuentos...

Y, por supuesto, no tiene reparo en declarar su aburrimiento si la historia lo amerita...

Como dije, se involucra mucho en las historias y también las actúa.


Bonus:

Martinus Belenicata en estado salvaje corriendo por Melipilla

Captada mientras se alimenta, en paz con otras especies nativas

Acá está explorando el terreno en busca de bichitos (por suerte no para comérselos)


Ojalá que no nos hayan echado mucho de menos.

Sigan en sintonía.

Un abrazo

Sunday, June 01, 2008

"La Martina y el Mar"

Poco a poco, Martina se va acercando a Valparaíso. Es más, se puede decir que estuvo en el límite entre Viña y Valpo, en la Caleta Portales.

¿Qué hacíamos por allá? Fuimos a ver el famoso portaaviones yanqui, el cual estaba tan lejos que apenas se notaba.

Pero ese hecho, casi anecdótico sirvió para que la Marti conociera algo nuevo y se acercara -si bien no a mis raíces-, al lugar en donde pasé varios años y -lo más importante-, en donde nos conocimos con su madre.

El clima no acompañó mucho, pero pasamos un bonito rato. A mi niña aún le asusta el mar, pero ya se está acostumbrando a tenerlo cerca. Le gustaron las gaviotas, miraba a los peces y llamaba a las ballenas... toda una bióloga marina.


El navió en cuestión. Demasiado lejos para gritarles "yanquis go home!!".


Martina entendiendo la teoría de la pesca con sedal.


Marti Cousteau lista para su aventura marina.


Le llamaron la atención los botes, lamentablemente no fue posible convencer a la modelo para que posara sobre uno de ellos.


El autor de este blog y su hija juntos, con Valparaíso de telón de fondo.

Eso sería por ahora.

Un abrazo.

Thursday, May 15, 2008

La Joven Aprendiz de Pintor

La Martina descubrió su lado artístico y ha sabido explotarlo al máximo. Tal como en el fútbol se dice que "todo es cancha", para ella "todo es lienzo" para hacer sus pinturas, como dice ella.

Esto ha sido un pequeño problema, ya que paredes, sillones, mesas y muebles han sido redecorados por la rápida pluma de mi niña.

Pero como se trata de no coartar su desarrollo, hemos logrado contener sus afanes pinturísticos mediante papeles que estamos pegando -previa observación de sus hábitos artísticos- en los lugares preferidos por ella para estampar su obra.

De esta manera, ella es feliz dibujando... y la Pame también, pues ya no tendrá que estar limpiando los dibujos de nuestra artista.


Martina en plena faena, con un ojo en el dibujo y otro en los Backayardigans.
(El pollo no lo hizo ella, eso si...)


El primer cuadro de la Marti, de su "período azul".


Mi multifacética hija, tanto pinta como actúa.
Acá está interpretando a "Dora la Exploradora".


Mi artista posando junto a su rana y Shin Chan.

Ya luego más novedades.

Un abrazo.

Saturday, April 26, 2008

"Y es que las musas han pasao de mí..."

Y a pesar de los más oscuros pronósticos, vuelvo a la carga con mi monotemático blog.

Han pasado casi 4 meses desde la última entrada. Esta, al releerla, me dejó un gustillo a despedida que, en cierta forma, me agradaba como cierre de un ciclo.

Sin embargo (y luego de un receso veraniego), sentí la necesidad de retomar esta crónica... y ahí se me vino en problema: Sonia la Unica (mi neurona regalona) -cual guionista hollywoodense-, de declaró en huelga. Así que desde un par de meses he estado lidiando con la falta de tiempo, el cansancio, el bloqueo y otras obsesiones que me han alejado del teclado.

Pero hoy me he decidido derrotar la mufa y me he sentado frente al pc. Todavía no se si todo este circunloquio va a aparecer o no...

En realidad, la musa inspiradora de estos escritos si ha pasado de mí. Ya a estas alturas, me siento -por decirlo de algún modo-, estafado por algunas amigas que me afirmaron que, después del año se le venía a la Martina todo el amor por su padre...

Falso.

La Marti es todo amor por su madre, al punto que se encela y enoja cuando me acerco a la Pame. No quiere decir esto que no me pesque, pero digamos que las muestras de cariño hacia sus padres están levemente inclinadas para un lado. Eso si, me tiene de partner de juegos y nos reímos mucho rato los dos...

En estos meses, la Marti ha experimentado varios cambios importantes en su vida. De partida, la inscribimos en una sala cuna en Enero, cosa que no salió bien del todo, pues se agarró todos los bichos habidos y por haber, pasando más tiempo en la casa enferma, de lo que pudo asistir. En todo caso, se integró muy bien y, además de un poco de llanto cuando la Pame la dejaba, se desenvolvía de la mejor manera.

La Marti haciendo manualidades en el Jardín.


Durante Febrero, la llevamos a la playa, donde se cae otro mito: "a todos lo niños les gusta el agua".

Falso.

No hubo caso que se acercara al agua. Al parecer, el ruido de las olas o quizás su movimiento, la asustaba y no hubo caso de que metiera un pie completo. Con la arena anduvo mejor , eso sí.

Martina, en medio de El Canelo guardando su metro cuadrado.

Y aquí ya ha tomado posesión de su espacio.

También anduvo escalando rocas (lejos del agua, eso si).


También hemos paseado por Batuco, Melipilla, Villa Alemana y Viña del Mar. Asi que por millas acumuladas, no se ha quedado mi pequeña.

En Villa Alemana, jugando al Rin Raja (no llegó muy lejos, eso si...)


Su primer encuentro cercano con un caballo en la Plaza Perú de Viña.




Acá está demostrando sus dotes de conductora.

Caminando por la Avenida Perú, mientras llama a las gaviotas para que la esperen...


Martina Bolchevique.


Esto ha sido, a grandes rasgos, la vida de la Marti en estos meses de desaparición. Espero seguir en contacto con todos y que la próxima sea más pronto que tarde. Un abrazo grande.

Cualquier reclamación, que sea sin membrete.
Buenas noches amigos... y enemigos.